El objetivo del periodista gráfico Pablo Juliá (Cádiz, 1949) fue testigo de uno de los momentos políticos más importantes de la reciente historia de Andalucía: la transición a la democracia. Pablo Juliá presenció algunos los hechos más relevantes de este apasionado periodo que inició la transformación de una Andalucía que abandonaba la penumbra franquista y miraba al futuro con optimismo.
A través de casi un centenar de fotografías, la exposición Otros tiempos… recorre algunos de los hechos históricos más destacados de la transición en Andalucía, como el 4 de diciembre de 1977, el Día de Andalucía, el Pacto de Antequera y el referéndum del 28-F. La exposición se detiene, también, en mostrarnos cómo era Andalucía en la década de los setenta y principios del ochenta, con imágenes sociales muy impactantes, con personajes que marcaron una época en nuestra comunidad y donde no falta la fuerte presencia de la cultura, de la lucha social y de la presión política para erradicar el franquismo.
La muestra, que se puede visitar en la sala de exposiciones temporales del Centro Cultural Baños Árabes (Palacio de Villardompardo) hasta finales de septiembre de 2020, está promovida por el Foro de los Consejos Sociales de las 9 universidades públicas andaluzas.
Cuenta con el patrocinio de la Fundación Unicaja, la Diputación de Jaén y el apoyo de la Fundación Felipe González, la Diputación de Cádiz y la Consejería de Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta de Andalucía, a través del Centro de Estudios Andaluces.
“Entre otros motivos, esta muestra la recordaremos siempre porque con ella retomamos la programación de exposiciones del Centro Cultural Baños Árabes, uno de los espacios más visitados de la capital jiennense y con mayor actividad”, señala el presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, que subraya la coincidencia de que “en un momento de tanta incertidumbre como en el que nos encontremos, esta exposición nos ponga frente a la Andalucía que éramos y, a su vez, nos constata la Andalucía en la que nos hemos convertido”.
En ese sentido, recordar la transición, “nos recuerda el poder de la política, del diálogo y de las posibilidades que nos ofrecen las diferencias para construir”, explica Francisco Reyes, para quien esta memoria “nos da confianza de que seremos capaces de afrontar los retos presentes y futuros”.
A su vez, el presidente de la Diputación de Jaén incide en el valor de la labor periodística “de la que Juliá es referencia”, un periodismo “que seguir cuidando y protegiendo como una de las grandes garantías de la democracia”.
“Hace ahora un año, cuando en el Foro de los Consejos Sociales de las Universidades Públicas de Andalucía, conocimos el proyecto de Pablo Juliá para recopilar en sus fotografías los recuerdos de toda una generación, la generación que protagonizó la vuelta a la democracia en España, no tuvimos dudas de que debíamos participar.
Decidimos que el proyecto de Pablo, que él denominó Otros tiempos…, pudiese exhibirse en todas las provincias andaluzas, como un ejercicio de puesta en valor de lo que fuimos capaces de construir, toda una generación, toda la sociedad. Sin pensar en que “aquellos tiempos mejores”, sino valorando que aquellos tiempos fueron el cimiento de las libertades que hoy están totalmente normalizadas en España”, explica Francisco Vañó, presidente del Consejo Social de la Universidad de Jaén y en representación, también, del Foro de los Consejos Sociales.
“Esta exposición es una muestra de nuestro quehacer. Apoyar iniciativas con este recorrido por Andalucía de las fotos de Pablo Juliá, que han sido exhibidas en Cádiz, Huelva, Almería y Málaga. En cada una de las provincias se seleccionan fotos exclusivas, que definen episodios vividos durante aquellos tiempos, tan cercanos en la memoria de muchos de nosotros”, añade Vañó, que ha excusado la ausencia del presidente del Foro, Prudencio Escamilla.
Por su parte, Carmen Espín, presidenta de la Fundación Unicaja en Jaén resalta que “Otros tiempos… nos sitúa en los años de la transición y recoge grandes momentos de nuestra historia. Juliá capta a través de su objetivo momentos tan claves como la firma del Pacto de Antequera, el primer 28 de febrero, donde los andaluces afianzamos nuestra autonomía, y un largo etc.
Los momentos históricos vividos en primera persona por este gran artista, junto a la belleza de su fotografía, suponen un magnífico documento de recuerdo para los que los vivimos y un descubrimiento para todos los jóvenes ávidos de conocer nuestra historia”.
“Nací en Cádiz y desde el año 1967 vivo en Sevilla, con algunos paréntesis, como los 10 años aproximados que estuve compartiendo residencia con Almería. La actividad política hizo que nos expulsaran de la Universidad de Sevilla a unos cuantos compañeros. Terminamos nuestros estudios en Historia Moderna y Contemporánea en Barcelona, donde la actividad política era enorme. Nunca ejercí de historiador. Me dediqué a la fotografía. Ya era un aficionado que tomaba imágenes para el periódico clandestino El Socialista desde principios de los 70”, explica Pablo Juliá, autor de la exposición.
“Monté un estudio fotográfico en la Plaza del Pan y un día apareció en ese pequeño laboratorio un hombre inolvidable: Plácido Fernández-Viagas. Me propuso la aventura de documentar fotográficamente el proceso de transición de la dictadura a la democracia en Andalucía, una propuesta ilusionante. Suponía conocer de primera mano la realidad que había dejado la dictadura. Largas horas en el coche con Plácido en esa primera vuelta rotunda por la Andalucía que se despojaba del franquismo. Fue duro, pero de una enorme belleza. Luego seguí estos viajes con Rafael Escuredo y conseguí un importante archivo de artistas. También en la famosa Gira Histórica del 28-F, de la que precisamente este año se celebra el 40 aniversario. No he parado de darle vueltas a Andalucía desde entonces”, añade Juliá
Pablo Juliá comenzó haciendo fotografías con una Yashica que le dejó un cura en el colegio. Autodidacta, militó en la clandestinidad durante el franquismo, colaborando en el periódico El Socialista. Después pasó a El País, del que participó en el equipo inicial y donde organizó su delegación en Andalucía en 1983, no separándose ya sus caminos hasta 2007. Fue director del Centro Andaluz de la Fotografía (CAF) desde 2007 hasta 2016.